
El mono y la pizarra
Un mono araña la pizarra; no comprende lo que está escrito.
La pizarra es la espantosa confrontación con lo imposible. En ella caben todos los símbolos, todas las representaciones y todos los significados. Las manifestaciones del signo son imprevisibles, multiformes, inabarcables; pero el ser humano jamás podrá trascender la fría superficie de la pizarra. La golpeará, la rasgará, la destruirá; pero la pizarra, el límite, seguirá existiendo en todas las tizas.
Es la pizarra el gran lienzo del lenguaje, pero también el gran muro para el espíritu. Se alza como el campo de batalla entre la sed perpetua y el agua inexistente, se erige como la frontera entre el deseo infinito y el límite de lo real.
Morirá el ser humano que escribe sobre la pizarra; y esta, incólume, mantendrá para siempre su puerta cerrada.
Un mono araña la pizarra. No comprende lo que está escrito.

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