Ars moriendi
¡No sé cómo es el alma del criminal, pero el alma del probo, del bueno, es un infierno! Kostantís, un hombre de fe. A ciento cincuenta kilómetros por hora se piensa mejor. Se vive mejor. Y, desde luego, se muere…
¡No sé cómo es el alma del criminal, pero el alma del probo, del bueno, es un infierno! Kostantís, un hombre de fe. A ciento cincuenta kilómetros por hora se piensa mejor. Se vive mejor. Y, desde luego, se muere…